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El test prenatal no invasivo o prueba de ADN fetal –en adelante, TPNI– se realiza con el fin de detectar posibles anomalías cromosómicas en el feto a partir de un análisis de sangre materna. Este análisis siempre se lleva a cabo en la semana 10 de embarazo, y hoy en día ya supone un plan B muy eficaz a otras pruebas invasivas como la amniocentesis o la biopsia corial.
Gracias al estudio del ADN fetal en sangre materna, algunas de las alteraciones cromosómicas que detecta el TPNI, además de las relacionadas con los cromosomas sexuales, son el síndrome de Down, el síndrome de Edwards y el síndrome Patau, relativos a las trisomías 21, 18 y 13, respectivamente. En el primer caso, este test posee alrededor de un 99% de precisión, mientras que la fiabilidad en la detección de las otras dos alteraciones ronda el 95%.
El TPNI es una prueba que solamente requiere la extracción de sangre materna. La muestra se obtiene del brazo de la madre, tal y como se hace con cualquier análisis de sangre rutinario, lo que convierte esta prueba en algo totalmente seguro para la salud tanto de la paciente como del bebé.
El torrente sanguíneo de la madre contiene células y fragmentos del ADN del feto, que circulan libremente tras haber penetrado a través de la placenta. Esto permite acceder al genoma del feto sin extraer líquido amniótico de la bolsa, lo que supondría un alto riesgo para el bebé y para la madre.
Una vez obtenida la muestra, se separa la parte del genoma fetal del genoma materno y se analiza y evalúa su contenido para determinar la salud genética del bebé.
El tiempo de obtención de los resultados del test prenatal no invasivo no es exacto, sino que pueden oscilar levemente en función de las circunstancias y de la clínica responsable de obtenerlos.
En todo caso, la media de tiempo que debe esperar la paciente para obtener los resultados del TPNI es de 5/7 días. Esto significa que, según el caso, pueden estar disponibles entre 5 y 14 días después de la prueba.
Resulta prudente, sin embargo, no descartar situaciones de complejidad técnica o logística, que pueden provocar una demora de hasta 4 semanas, aunque esto no es lo habitual.
El resultado del test informa del nivel de riesgo de que el feto sufra alguna de estas alteraciones:
El resultado será expresado de una de las siguientes formas:
La obesidad materna, enfermedades maternas en tratamiento y ciertas alteraciones cromosómicas en la propia madre son los principales causantes de la baja fracción fetal. Recomendamos mantener un estilo de vida saludable para, en la medida de lo posible, evitar las enfermedades que dependen de nuestro comportamiento.