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Las pruebas prenatales no invasivas son procedimientos que calculan el riesgo de anomalías cromosómicas en el feto en una mujer embarazada. Las pruebas se realizan, concretamente, a partir de la semana 10 de embarazo, y normalmente hasta la 12.
Esta técnica requiere de una tecnología sofisticada que ha marcado un punto de inflexión en el sector de la genética y la reproducción. Tal es su importancia, que constituye la diferencia entre la certeza y la incertidumbre en las mujeres embarazadas acerca de la salud de su bebé, ya que permite detectar si este nacerá afectado por una alteración genética.
Se trata, además, de pruebas no invasivas, conocidas así por no suponer peligro alguno para la salud de la mujer ni del propio feto. Tan solo es necesario extraer una pequeña muestra de sangre materna para analizar el ADN fetal que contiene. Esta extracción de sangre se realiza como se haría cualquier otra en un análisis sanguíneo rutinario.
No obstante, la nula invasión en el cuerpo de la madre tiene una ligera desventaja, y es que convierte al test prenatal no invasivo en una prueba de detección y, por tanto, no tan fiable como las pruebas de diagnóstico prenatal. Estas, por su parte, sí son invasivas y ponen en riesgo la salud de la paciente. Por lo contrario, permiten detectar alteraciones cromosómicas de forma definitiva y sin posibilidad de falsos positivos en los resultados.
Pese a todo, los tests prenatales no invasivos son lo suficientemente fiables como para ayudar a una mujer embarazada a despejar dudas en cierta medida: su tasa de detección ronda el 95%. En los casos de alto riesgo por las circunstancias o características de la madre, así como por la posible aparición de un falso negativo, es probable que el especialista recomiende a la paciente la realización de una prueba diagnóstica que confirme o desmienta los resultados de la primera.
En el mercado de la reproducción y la medicina genética conviven diferentes laboratorios que ofrecen sus propios productos. Esto significa que el precio del test prenatal no invasivo puede cambiar según la compañía, y la disparidad de costes hace que el margen sea amplio.
Trasladado a cifras, el precio de un test prenatal no invasivo puede ir desde los 450 hasta los 1.500 euros.
Naturalmente, el precio no es único en cada laboratorio, también podría cambiar dependiendo de ciertos factores, como la salud de la paciente, el tipo de test al que se vaya a someter, etc.
En esta tabla puedes comparar los precios de algunos laboratorios:
Fuente: https://www.operarme.es/noticia/657/cuanto-cuesta-un-test-prenatal-no-invasivo/
Normalmente, el precio de estas pruebas viene conformado por su capacidad y precisión a la hora de detectar la posible presencia de anomalías genéticas en el feto, además de identificar el sexo del bebé. Cuantas más anomalías e información se puedan extraer, más alto será su precio.
Como puede deducirse, el test prenatal no invasivo es capaz de detectar una gran variedad de anomalías y síndromes en el feto de una mujer embarazada.
Concretamente, son los siguientes:
De forma similar a lo que ocurre en el precio de los tests prenatales no invasivos, el tiempo que tardarán en estar disponibles los resultados es cambiante, ya que depende de cada clínica y del caso que se dé en cada paciente.
Si las circunstancias son favorables en todos los aspectos, el resultado podría llegar en tan solo 5 días. Si hay algún inconveniente, pueden llegar a ser 14. Por tanto, se podría establecer el periodo medio de espera en unos 5/7 días desde el día de realización del test.
No se descartan otras situaciones en las que, debido a complejidades técnicas o logísticas extraordinarias, la demora alcance las 4 semanas. No obstante, esto es muy poco frecuente.
Lleguen cuando lleguen, y a pesar de que serán interpretados por el especialista, es recomendable tener nociones de cómo leer los resultados, que pueden ser de bajo, alto riesgo o fallidos:
La baja fracción fetal suele estar motivada por tres causas principales:
Por ello, es aconsejable no empezar uno de estos tratamientos si la paciente se encuentra en alguna de estas situaciones, sobre todo si se prevé una mejora a corto o medio plazo en su salud.
Cabe recordar que los resultados poseen cierto margen de error, especialmente por lo que respecta a la detección de las trisomías 18 y 13, donde es del 5%. Por eso, en muchos casos merece la pena asegurarse con una prueba de diagnóstico.